lunes, 2 de marzo de 2009

Los principios basicos morales del yoga II




Niyama significa no control. Esta sección contiene cinco normas (síes) que se
refieren a las observancias o preceptos del sendero del Yoga:

1) Saucha (Limpieza)
2) Santosha (Contentamiento)
3) Tapasya (Austeridad)
4) Swadhyaya (Autoestudio o Introspección)
5) Ishwara pranidhana (Devoción al Señor Supremo)


1.- Saucha, (Limpieza)
Limpieza se refiere especialmente a la pureza del corazón, si bien incluye también la
limpieza del cuerpo.
La limpieza del cuerpo es necesaria para el yogui porque sin limpieza física no se
puede tener dominio sobre uno mismo. La suciedad física impide ir más allá del cuerpo
y alcanzar percepciones elevadas. En esta falta de limpieza física se incluyen también
los alimentos insanos y la falta de eliminación de los productos de desecho del cuerpo.
En un jardín la tierra se considera limpia y buena, pero cuando aparece en la cocina
se convierte en suciedad. El corazón humano es impuro cuando desea cosas extrañas a
nuestra verdadera naturaleza. Los pensamientos impuros nos llevan hacia abajo, siendo
menos importante el tipo de asunto de que se trate, que la dirección que imprime a
nuestros deseos. Cierto tipo de música nos eleva, otra nos deprime. Cierto tipo de
compañía puede perturbar sutilmente las vibraciones personales y entorpecer el
desarrollo interior. Es mejor relacionarse con pocas personas e incluso limitarse a la
compañía de gente espiritual. El aislamiento es el precio de la grandeza de espíritu.
Patanjali dice que de la perfección de Saucha surge la conciencia de la liberación del
cuerpo; ya no nos vemos inclinados a la búsqueda del placer físico. El amor por los
demás se vuelve desinteresado y espiritual. El corazón, al liberarse de las impurezas
externas e internas, es capaz de descubrir que los anhelos y deseos que había depositado
en este mundo físico se alcanzan realmente en el Espíritu. Jesús dijo “ Bienaventurados
los puros de corazón, porque ellos verán a Dios”.
Cuando medites acércate a Dios con el corazón puro y ofrécele a Él todos tus
deseos. Una ducha antes de la meditación ayuda, pero es más importante deshacerse de
los pensamientos y de los impulsos mundanos, porque se aferran a nosotros como el
humo cuando estamos en compañía de fumadores.
En la práctica del Hatha Yoga, Saucha implica la eliminación de las toxinas e
impurezas físicas, de la tensión y de las obstrucciones al flujo de la energía en el cuerpo
que impiden alcanzar el bienestar físico y espiritual.


2.- Santosha, (contentamiento)
Contentamiento significa aceptar las cosas tal como son y sentirse feliz con que lo
sean. Este niyama es considerado como la virtud suprema no sólo por los grandes
yoguis, sino por los santos de todas las religiones. San Francisco de Sales decía: “Un
santo triste es un triste santo”. La razón es que cuando se adquiere esta virtud, con ella
vienen de la mano muchas otras. Cuando existe alegría interior es fácil ser amable, no
enfadarse ni deprimirse, sentirse y comportarse con elevación.
El contentamiento se alcanza, no cuando todo va bien, sino practicándolo como una
auténtica cualidad. Si esperas a que todo vaya bien, pasarás tu vida esperando hasta la
siguiente encarnación.
¿Cómo adquirir santosha? Cuenta Sri Gyanamata que en una ocasión en que estaba
pasando por momentos muy difíciles se encontraba orando al atardecer y de pronto le
fue dictada la siguiente oración: “Señor, no cambies las circunstancias de mi vida,
cámbiame a mi misma”.
No debemos permitir que nuestra felicidad dependa de las condiciones externas. Sea
cual sea el ambiente en que nos desenvolvamos o las circunstancias que nos toquen
vivir, nada debe alterar nuestra paz interior.
Tenemos tendencia a buscar nuestra felicidad en el exterior, sin comprender que sin
alegría interior no es posible sentirse satisfecho. Pero si combatimos esa tendencia del
corazón a buscar la felicidad fuera de nosotros, aceptando cuanto tenemos como
procedente de Dios, descubriremos que la alegría ya existe, en este momento, y que está
dentro de nosotros.
Según Patanjali, la práctica de santosha conduce a ver la Dicha Divina en cada
átomo de la creación y más allá de la creación.
En la meditación el contentamiento te será de gran ayuda, al suprimir la tendencia a
“apretar los dientes” y preguntar “¿Cuándo voy a ser FELIZ?
Cuando practiques las posturas de Hatha Yoga, realízalas siempre con un
sentimiento de gozo, casi como si sonrieras internamente.


3.- Tapasya, (Austeridad)
El término sánscrito Tapasya resulta difícil de traducir porque la austeridad parece
tener una connotación de severidad que no es lo que realmente significa. Significa
retirar nuestra energía de los reclamos externos, contenerla para que no se malgaste y
dirigirla hacia arriba.
Podemos enfocar este niyama desde tres puntos de vista, como simplicidad, como
autodisciplina y como supresión de las distracciones.


a) Simplicidad. La austeridad no significa penitencia externa, sino reconocimiento
de que la felicidad no está en las cosas. En el mundo occidental se identifica felicidad
con posesiones; la vida más plena parece la más llena de las llamadas “cosas buenas”,
casas lujosas, comidas refinadas, ropa cara. Por el contrario la madre de Paramhansa
Yogananda le aconsejaba “Nunca desees riquezas”. Cuando él le preguntaba por qué, su
respuesta era: “Porque te esclavizarán”.
b) Autodisciplina. La libertad no está en dejarnos llevar por nuestros impulsos, por
nuestros hábitos, por los caprichos de nuestro cuerpo, sino en ejercer férreamente
nuestra voluntad. Debemos entender la voluntad, no como la mera facultad de desear,
sino de actuar como inteligencia, independientemente de nuestros instintos, desde
nuestro ser más elevado.
En el sentido más sutil, practicar tapasya significa dominar nuestros gustos y
aversiones. Significa firmeza para contener la corriente que nos arrastra hacia fuera.
c) Supresión de las distracciones. Las distracciones crean vacío interior. Si
queremos llegar a realizar algo importante en la vida debemos aprender a canalizar
nuestras energías. Se cuenta que cuando el gran físico Albert Eisntein se entregaba a la
resolución de un problema se olvidaba hasta de comer, ¡a veces durante días!
Con la práctica del autocontrol se adquiere un enorme poder. Patanjali afirma que la
perfección en tapasya desarrolla ciertos poderes sutiles o siddhis latentes en el ser
humano.
Al meditar disciplina tu mente para que no se deje arrastra de aquí para allá. No
permitas que te domine, dile firmemente que ahora quien dirige “la orquesta” eres tú.
En la práctica de Hatha Yoga haz cada movimiento con la máxima consciencia, con
la sensación de ser dueño de tu cuerpo, no de que tu cuerpo te domina como un coche
cuesta abajo y sin frenos. Cada movimiento debe ser pausado y armonioso, aunque sólo
sea estirar un dedo.

4.- Swadhyaya, (Autoestudio)
Swadhyaya o autoestudio es mucho más que autoanálisis e investigación de nuestras
motivaciones ocultas; es más profundo que el autoanálisis intelectual. Significa tomar
conciencia de uno mismo; trata de un “estudio del yo” que se convierte en la aventura
suprema del autodescubrimiento
Autoestudio, en sentido yóguico, significa erradicar del corazón los engaños y falsos
apegos que nos impiden comprender qué somos realmente: el Espíritu Infinito.
El autoestudio debe comenzar con la autocrítica. Recuerda que antes de juzgar a los
demás tienes que juzgarte a ti mismo. La autocrítica realizada con objetividad te llevará
al segundo paso en swadhyaya, la introspección. Lleva a cabo una observación
cuidadosa de tus propios pensamientos, sentimientos y motivaciones. Paramhansa
Yogananda recomienda practicar la introspección todas las noches para comprobar si
estás siendo arrastrado por la corriente de los malos hábitos o estás desarrollando tu
fuerza de voluntad. De esa forma llegarás a conocerte tal como eres. Al avanzar en la
práctica de la introspección se llega al autoconocimiento. Se descubre que nuestra
realidad no son nuestras debilidades, nuestras limitaciones, nuestro comportamiento
externo. Se descubre que la realidad fundamental del ser que está más allá del
pensamiento, la forma y la sustancia, que no puede ser observada ni analizada, que ni siquiera puede definirse, aunque a veces se describe por medio de su cualidad esencial:
el gozo.
Patanjali dice que de la perfección en la práctica de swadhyaya se obtiene el poder
de entrar en contacto con seres de esferas más elevadas de existencia y recibir su ayuda.
Pues gracias al autoestudio y al descubrimiento de nuestros estados profundos de
conciencia, es posible sintonizar con niveles de conciencia más elevados.
Swadhyaya es también el objetivo más profundo del Hatha Yoga: preparar el
cuerpo, como se haría con un templo, para la comunión con el Señor Infinito y con esos
eminentes seres que viven siempre en Su luz.


5.- Ishwara pranidhana, (Devoción al Señor Supremo)
Este niyama no trata sobre sentimientos sensibleros, sino sobre enfocarse
completamente en lo que se desea; enfocarse profundamente, con todo el corazón.
En una historia de la India se cuenta que un joven se dirigió a un santo para que le
enseñase a meditar. El santo supo que el aspirante a discípulo todavía no estaba
preparado, así que le llevó hasta la orilla del río y agarrándole le metió la cabeza debajo
del agua. Se la mantuvo hundida hasta que el joven, en su agonía, empezó a dar patadas.
Entonces el santo le preguntó: “¿Qué era lo que más deseabas cuando tenías la cabeza
dentro del agua?”. “Aire”, respondió el joven. El santo le dijo: “Cuando desees a Dios
de ese modo, vuelve a mí”.
¿Por qué hablar de Dios si el yoga no se basa en creencias sino en prácticas? Porque
no se puede ascender espiritualmente sin concebir que existe algo más elevado que la
conciencia humana. Si el yogui, al querer llegar a realidades más elevadas, les llama
“Dios”, ¿cuál es la objeción?. El hombre, con su pequeña mente, no puede comprender
un estado de perfección absoluta, pero es correcto que sienta devoción hacia ese ideal.
Paramhansa Yogananda dijo en una ocasión, “Cuando encuentras a Dios comprendes
que es un Ser consciente a quien se puede recurrir y no simplemente un estado mental
abstracto”.
Tener devoción al Ser Supremo es fundamental para el progreso espiritual. Sin
devoción no se puede avanzar por el sendero espiritual, de igual modo que no se
avanzaría por una carretera difícil si no se tiene deseo de llegar al final del viaje. Sri
Yukteswar dijo que no podemos siquiera poner un pie delante del otro en el camino
espiritual sin “despertar el amor natural del corazón”.
Patanjali dice que gracias a la perfección en Ishwara pranidhana se entra en el rayo
de amor divino, donde reside la Conciencia infinita. Sin ese amor no es posible recibir
la sutil emisión que emana del corazón del Silencio Infinito.
Las posturas de yoga deben hacerse con un sentido de adoración si se quiere obtener
de ellas el mayor beneficio. Fueron creadas por grandes sabios que veían en ciertas
posturas la expresión externa de los movimientos internos del alma.

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